Diarios del bosque. Una vida entre árboles. Roger Deakin. Editorial Impedimenta, 2023.
Diarios del bosque. Una vida entre árboles es mucho más que un periplo o un viaje por los paisajes arbolados de distintas latitudes y culturas asociadas. Algunos de estos paisajes son de los más antiguos del planeta. Según su propio autor nos dice: «Entrar en un bosque es acceder a un mundo distinto, en el cual nos transformamos». Profunda conclusión a la que llegó después de pasar gran parte de su vida rodeado de plantas, tanto en las visitas que hizo a otros continentes como en su Gran Bretaña natal, donde reparó un caserón entre árboles y lo habitó hasta su muerte (“Vivo al abrigo de las ramas de un fresno protector”).
En este libro, Deakin nos muestra una relación íntima con la naturaleza, con los bosques y su “duramen” (madera) y con todos los seres vivos que los habitan: flores, arbustos, animales… Muestra una gran empatía, una capacidad de fusión con los hábitats.
Para escribir literatura de naturaleza es imprescindible saber observar (de acuerdo con los biorritmos de los ecosistemas) y saber interpretar lo que se ve. En este libro hay sabiduría científica (botánica, zoología, ecología) pero también ecointeligencia y observación paciente. Quizás por eso, el resultado es una capacidad de contar desde la pertenencia y la sencillez. El autor nos hace disfrutar con los ciervos, los tejones, los distintos tipos de polillas británicas, los habitantes de la noche, con árboles y arbustos de otros continentes, con miles de detalles respecto a la luz o el color. Hay mucha belleza en la forma de narrar, reflejo de una fusión íntima del autor y el medio natural. Podríamos evocar a Thoreau en “Walden, la vida en los bosques” por ciertos paralelismos, especialmente aquella idea de nuestra necesidad de comprender la naturaleza y sus reglas.
De la mano de Deakin nos adentramos en distintos bosques de varios continentes, algunos primarios. En todos ellos se rodea de amigos y conocidos que establecen relaciones diferentes con el bosque: poetas, pintores, escultores, biólogos, gestores y guardianes de las masas forestales, habitantes del bosque y culturas milenarias.
Leyendo Diarios del bosque. Una vida entre árboles viajamos: nos movemos desde los bosques de robles y fresnos en Gran Bretaña (donde aún queda la herencia de costumbres ancestrales), pasando por los bosques de Polonia (que albergan memoria de sucesivas guerras), bosquetes de olivos en Grecia y su influencia mediterránea, bosques mixtos en los Pirineos con todo su esplendor cromático, diferentes hábitats y bosques australianos (y sus aborígenes) hasta las grandes manchas de bosques de frutales silvestres (manzanos, perales, nogales, majuelos…) de las estribaciones de las montañas del Pamir. Un festín de árboles y de las culturas que los acompañan: mimbreros, recolectores de manzanas y nueces silvestres, apicultores, carpinteros, celebraciones rituales, estudiosos y especialistas, escritores, escultores y artistas plásticos, etnobotánica y saberes populares del uso de las plantas… La supervivencia y la historia de la humanidad a través de los bosques.
Al final de este maravilloso viaje entendemos algo elemental, tal y como expresa el autor: “Más allá de su valor de conservación, el bosque cumple con una función geográfica vital, ya que actúa como una esponja gigante que absorbe las lluvias y equilibra los cursos de agua a través de los muchos ríos de montaña. Sin raíces del bosque que mantengan integrado el suelo ni árboles que absorban y contengan el agua, en invierno aumentarían los argayos, los derrubios y las inundaciones”.
Pero no se quedan ahí nuestras enseñanzas tras la lectura de Diarios del bosque. Una vida entre árboles. Extraemos otra extraordinaria conclusión: la especie humana, desde sus orígenes, está estrechamente vinculada a los bosques, estableciendo una relación física, biológica, cultural y espiritual con los mismos.
El libro se divide en cuatro partes: Raíces, Albura, Madera de deriva y Duramen. A través de la observación, la curiosidad y el amor hacia los árboles, nos conecta con la diversidad de los bosques y sus habitantes.
Hay mucha ecosabiduría en este libro.
Lola Callejón