Antonio Sandoval Rey. Edit. Tundra. 4ª edición (2017).
Podría pensarse, por el título, que este es un libro de ornitología para ornitólogos o para aficionados a la disciplina, pero no es exactamente eso. Sí es un libro que, al igual que la ornitología, parte de la observación y de la pertenencia al territorio, también de la mirada que sabe interpretarlo.
Antonio Sandoval (biólogo, ornitólogo, educador ambiental y escritor) nos adentra en los paisajes de su costa natal en A Coruña, lugar privilegiado donde pasa horas y días dedicado a la observación de aves. Es a través de éstas que nos lleva a un periplo, nos hace un recorrido más allá de la geografía. Intentando responder a la pregunta que le hizo un niño (¿para qué sirven las aves?) nos introduce en pasajes de la historia, naufragios, espías o curiosidades científicas y sus protagonistas como exploradores, astrónomos, mujeres que aportaron mucho a la ornitología, imitadores del canto de aves, fraudes en descripciones de especies, naturalistas relevantes o soldados-ornitólogos. El telón de fondo es la costa coruñesa, desde Estaca de Bares hasta las Marismas de Cardebarcos, un lugar excepcional para el avistamiento de aves, especialmente marinas.
Desde el conocimiento del medio natural y desde el asombro, este libro consigue que elevemos la mirada en todos los sentidos. Crea curiosidad, aprendemos, nos maravillamos o sufrimos con los cambios que experimenta el paisaje. Aquí se describen episodios de mareas negras como la del petrolero Prestige (2002) y se lamenta la pérdida:
“¿Cómo se hace desaparecer un horizonte? En este caso ha sido necesaria una inusitada combinación de espantoso desastre ambiental, audacia política y fácil acceso a una multimillonaria financiación.”
¿Para qué sirven las aves? es una obra multifacética muy bien escrita. Una mirada de pertenencia a la tierra que te invita a visitar los lugares descritos, a quererlos y apreciarlos. Es literatura de naturaleza con mayúsculas.
Conocí a Antonio Sandoval en la I Residencia de Literatura y Medio Ambiente que él mismo coordinaba, junto a Rosario Toril. Convivimos en el Centro Nacional de Educación Ambiental de Valsaín (Segovia) diez escritores y escritoras a lo largo de diez días (finales de noviembre- primeros de diciembre de 2023). Todos compartíamos nuestro compromiso y conexión con la naturaleza. Aprendí mucho de todas las personas que tuvimos la suerte de vivir esta experiencia literaria, de Antonio Sandoval también aprendí. La sencillez y la sabiduría pueden ir de la mano, y las reflexiones derivadas de nuestra fusión con la naturaleza nos pueden hacer mejores personas.
Lola Callejón